UNIÓN.
A sus labios se le ataban las estrellas del silencio y mi alma se vestía de celeste firmamento.
A nosotros nos unía cada instante como un beso.
A su rostro se le unían las caricias de mis manos y todo era sonrisa en el camino señalado.
A nosotros nos unía cada beso como a labios.
A su cuerpo se le unían los colores del encanto y todo era lociones traídas del verano.
A nosotros nos unía cada beso como a labios.
A sus labios se le ataban las estrellas del silencio y todas nos traían el embrujo de unos versos.
A nosotros nos unía cada instante como un beso.