Quería sentir, volví a vivir... El aire en la espalda, justo en medio del invierno, después de un par de años morir.
Un poco de amor, placer, ¿Cómo alguien puede privarse de enamorarse, teniendo el pulso a incontables revoluciones?
Creía vivir, estaba tan muerto. En estado vegetativo, días repetitivos y miedo al vacío, pero la añoranza jamás se perdió.
Un rayo de sol, unas gotas de lluvia con el alma descubierta para nuevamente sentir. Entre pulsaciones la sensibilidad volvió.
Extremismos sin control, repitiendo día y noche el mismo patrón, ahora el contexto cambió, pues ha vuelto un poco el amor.
Creí en una equivocación, todo era fácil sencillo y resolutivo, pero olvidé que sin el amor no podía vivir.
En el corazón, sólo queda la reflexión, un sentimiento esperanzador, los pies están firmes en el suelo; representa placer.
Descalzo, la tundra y la selva causan satisfacción por igual, ¿O será que me esperas en ese lugar? Iré a donde estés.
Librando batallas con bestias perversas para cumplir la promesa, ¿A qué se aspira sin tenerte junto a mí?
Volví a existir, libertad, ligereza y sabiduría en cada paso de vuelta al camino dirigido a nuestra promesa de amor.