Una brisa me acaricia
y masajea la cara,
para aliviar los dolores
y tirantez de mi alma
porque el nordeste y el yodo
es la perfecta pomada,
y es esa miel que suaviza
la cicatriz de la llama,
y con la brisa y el viento
vienen caricias calladas,
llega la mano de seda
y la carita de plata,
en esta cara, la luna,
deja susurros y nanas
para aliviar los oídos
y el corazón que les llama...
Hoy esa brisa la ansío
y la deseo, sin falta,
ya que preciso sus besos
como la mar a las algas,
y en estos versos sencillos
quiero volver a la infancia,
para dormir en el cielo
junto a la luna gitana,
y es que la brisa y la luna
forman figura y estampa
donde se funden los sueños
y las pasiones se calman,
hay una luz en los ojos
que con la brisa se apaga,
y hay una luna en los labios
del corazón que así ama...
\"...Busco a la luna, y la brisa,
con un suspiro me alcanza,
para abrazarme en silencio
mientras desnuda mi alma...\"
Rafael Sánchez Ortega ©
08/04/20