Soy el hijo de una ilusión llena de pasión, un caminante sin sendero, quizás un cuerpo fantasma, con aroma a tiempo lejano.
Mi nombre, poco importa, soy un mortal clavado con los pies en la tierra, para que mi cuerpo no se pierda en el espacio.
A temprana edad ya podía tocar las estrellas, viajaba en un inmenso mar de sueños en mi carabela antigua, sin senderos, ni destino, burlándome de una la realidad, que no me agradaba.
Pero mi alma, es pura pasión, una pasión que consumió mi cuerpo, que lo dejo exhausto que lo abandono, que se llevó mis tormentos, que rescato mi infancia; una pasión que creció fruto de una ilusión, siempre, más allá de mi alma, fue el viento que empujo mi carabela.
Mientras mi espíritu apasionado, jugaba por los caminos sin sendero que el destino olvidaba; mi cuerpo, no sé dónde estaba, quizás nunca lo supe, tal vez, esté viendo pasar el tiempo, no lo sé, o simplemente, este vagando como un fantasma sin rumbo, sobre una esquiva realidad.
Desde que tengo uso de razón, mi realidad siempre ha sido extraña, pero mi espíritu, se ha encargado de arrastrar mi cuerpo ausente...gracias a una ilusión que se llenó de mucha pasión.
\"Para crear un nuevo universo; no necesito ir a ningún lado.\"