Camino despacito entre las flores amarillas del follaje
estrecho en aquel paraíso imaginario relleno de valores,
tan inmensos como aquel riachuelo inclinado en las lomas
de esa abultada colina muy misteriosa y frágil .
Son los sentimientos expresados ante el entendimiento incrédulo
de esos impulsos pertinentes entre el olvido y el presente,
para luego regurgitar las verdades inéditas de la vida sobresaliente
frente al ocaso olvidado de esas historias dulces y verdaderas.
Me encuentro atónito al escuchar las notas musicales de la
naturaleza que bandean de lado a lado el claro inhóspito de la vida,
la cual hace notar el horizonte verosímil y mágico
dentro de los sentimientos serenos y comprensibles.
La caracterización de los valores con la vida nos hace llegar
al azulado firmamento cubierto de voraces pájaros habilidosos,
para tan solo denotar el romance de las audaces grullas quienes
plasman con sus sincronizados movimientos el tierno amor.
Hay amores que matan con sus melodías tediosas y largas
pero también hay sentimientos tiernos que nutren la vida de ternura,
en donde la flor amarilla gira en torno al sol y aquella
melancolía espesa se oculta en el anaranjado ocaso.
Adiós adiós amores que matan en medio de las tempestades
fluyentes tan parecidas al caer la friolenta lluvia e infinita ,
que golpetean mi rostro con su duro granizo de hielo y
muy sólido como las tristezas amargas del recuerdo oculto .
RIVAS JOSE
Barinas – Venezuela
22 - 07- 2020 .