Soy pobre pensador, las pocas veces que lo hago, pienso en ti.
me brotan callos al romper la piedra dura que conforma el piso.
Pienso en ti como esa necesidad urgente de que habites mis emolumentos
tu dices convencida —!No puede ser¡—
es difícil sobrellevar el amor, sin raciones generosas de alimento.
Pensar es un hábito casi fisiológico
(No pensar canciones) quiero decir: pensar lo lógico.
Voy hacia ti con la fe de un desalmado.
espero que me devuelvas
la mandarria de dos kilos
que te presté... el mes pasado.