En mi camino
encontré una flor
regalo que del cielo vino
eres tú mi amor.
Detuve mi paso,
para admirar tu belleza,
y tu sonrisa me cautivó
¡ Era nuestro destino !
así lo quiso El Señor.
Ilusionado, inicio cada día
jornada tras jornada,
con la alegría
que a mi regreso
me espera mi amada.
Gozar de tu amor,
bajo la protección del Señor.
¡ Esa es la gran bendición !
© Saulo García Cabrera