A esos recuerdos que sin querer se adormecen en armonía con la piel
extasiando al alma...
engrandeciendo al espíritu... complaciendo los tiempos más sagrados.
A esos que arañan los adentros por expandirse... que muerden la ansiedad...
a todos esos que constituyen las grandes galerías de arte de mi consciencia...
A esos recuerdos que sin querer forman un fuerte latido y estremecen todo mi ser...
aquéllos que golpean mi razón y hacen de ella pedacitos de papel carbonizados
en algún rincón de mi voluntad y deseo...
heridos en algún lugar sin consuelo.
A esos recuerdos que añoro, que me levantan, que me destrozan o me queman...
a todos ellos entrego hoy mi complacencia, mi amor y mi obediencia...
A esos recuerdos que desde pequeña pasean a mi lado y atesoro en las estancias de mi memoria...
a esos que se adentran y viajan profundo por las venas y alimentan mi sed entre melancolías.
A todos esos recuerdos que sin querer amo porque son todos ellos las huellas de mi cuerpo...
de mis años, de los caminos, de las entregas, de las decisiones, de las experiencias, de las penas
de las satisfacciones... de las glorias y de las perdidas...
A todos esos recuerdos me entrego con el corazón abierto y la saliva seca...
a todos esos recuerdos que sin piedad arrastraron las palabras al silencio
y los murmullos de las voces... al desierto.
A todos ellos que colmaron de sonrisas los instantes más bellos...
a todos esos recuerdos que sin querer llenaron todos los vacíos
y sublime arroparon mis noches de frío...
Todos los derechos reservados @ Mo Anam Cara