Las galaxias,
universos furtivos,
habitados;
residentes debatiéndose en la furia del movimiento;
iguales a nosotros,
perdidos en la pobreza del poder y las riquezas,
sumidos en la traición y el odio;
vicios de almas desnutridas;
pocos conviven en la bienaventuranza del amor,
la entrega,
la alegría,
aceptándose a sí mismos
y a los otros;
aquellos capaces de dar
y regalarse a los demás;
enamorados de la vida,
sin claudicaciones,
dichosos en su condición,
su pan ganado con el sudor de su frente,
puros e inocentes,
...