Herido nuestro río de ambición y desidia
tras años y años de daños y descuidos
desmontan sin cesar suelos y cielos
sangra la madera de árboles caídos
selvas y bosques, mutilados, arrasados.
El aire amenazado
las tormentas se esfuman
la lluvia se olvida
el agua no vuelve.
Desmesuradas represas
de turbias turbinas
reprimen su canto
oscurecen su voz.
(Paraná: Río ancestral que atraviesa nuestra Historia)
La naturaleza responde sabia
pero no la atendemos.
Maravillosas cataratas mudas
sordas grietas nos desolan
no nos damos cuenta?
Paraíso a la deriva.
Derramamos, depredamos
contaminamos
por lo que hacemos
por lo que no hacemos
oculta nuestra conciencia
por ignorancia o desdén.
Meses sin peces, peces sin vida
dorados, bogas, surubíes
en las anchas orillas del río casi vacío.
(Paraná: nuestro Río vital que nos da de beber y comer)
El fuego nos quema
el olor nos lastima
el humo es señal en las islas
nidos hechos añicos, crías esparcidas
cardenales, nutrias, carpinchos.
Fauna que se funde, flora en bancarrota.
(Paraná: camino líquido que nos une, curso de vida)
El río eres tú, yo y cada uno
somos hijos del río!
Quizás si dejamos
que el silencio nos limpie
nuestra conciencia se ilumine
de latidos de vida
y así podremos dejarle
algo de Río a nuestros niños.