Luna,
eres fiel testigo de que aun
la sigo queriendo.
Alumbra su camino en sus noches de tristeza
y dile que aún tengo en ella
mi última esperanza.
No apartes de allá tu mirada
cuando haya tomado el camino equivocado.
Extiendele tus manos,
cuando le hagan falta mis abrazos.
Acaríciale su mejilla
cuando sientas tu,
que le hacen falta mis caricias.
Cuando en ella atraviese la soledad
no le mientas dónde estoy,
¡ Dile la verdad !
Y si sientes tú
que aún está sufriendo,
dile que yo la seguiré queriendo.
Más si tú te vas ella llorara
y tú no me dirás
que si existe el más allá.
Y como no estaré presente amiga luna
¡ Te la encargó !
Haz de ella un ser feliz
pero sobre todo hazle tu saber,
que la sigo amando...