“Glorioso, de ser alpino . . .”
Cuanto ha crecido mi pino,
un domingo decembrino
lo sembré con muy buen tino,
un árbol no es repentino.
Cuanto ha crecido mi pino
igual que si fuera un niño
siguiendo, fiel, su destino
lento en calma, paulatino.
Cuanto ha crecido mi pino
clorofilo, . . . matutino,
con la sabia en intestino
de su tronco tan divino.
Cuanto ha crecido mi pino
frondoso, así, bien genuino,
de ramas, de hojas de armiño,
con sus frutos del cariño.
Cuanto ha crecido mi pino
con un nido de inquilino,
con las aves, con su trino,
de flora y fauna, vecino.
Cuanto ha crecido mi pino
junto al oyamel y encino,
cerca del río cristalino,
sobre un filón mortecino.
Cuanto ha crecido mi pino
conífero, campesino,
hermoso sin desaliño,
picudo sin desatino.
Cuanto ha crecido mi pino
que oxigena al citadino,
azote de “smog” dañino
salvación de orbe cansino.
Cuanto ha crecido mi pino
de glorioso ser alpino,
madurando como el vino
brindemos con trago fino.
Cuanto ha crecido mi pino
verde, brillo vespertino,
sobrevivir es su sino
sin talamontes mezquino.
Cuanto ha crecido mi pino
en su natural camino
tendrá el cielo por destino
junto a Dios, con su cariño.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Municipio del Mineral de “El Chico”, Estado de Hidalgo, México, a 03 de julio del 2020
Dedicado a mi joven, ecológico, ahijado, Mauricio Avalos Osorio
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