Olvidar de ti, tus detalles al andar, mujer tierna, bondad inmensa y mucho más.
Olvidar de ti, ojos de cielo, párpados sinceros con gestos dulces al hablar.
Para olvidarte, en mí habrían de arrancar; quizás el alma, todos los sueños y despertar.
Y aún estando despierto, en ti me quedaría a pensar, como un bello recuerdo de la mujer que pude amar.
Olvidar de ti, la majestuosidad de aquellos consejos para un buen sendero al caminar.
Olvidar de ti, abrazos fraternos, besos sin pasiones, inocentes intenciones, libertad.
Para olvidarte, tendría que intentar ir a los infiernos y de ahí salir ileso, como cuando mi corazón viniste a salvar.
¡Para cuando olvide! Juraría que no quedará profesia por cumplir, permanecerás conmigo, hasta que el sol no nazca más.
Olvidarte un poco sería recomenzar, siendo primerizo, bien intencionado, recordando que me enseñaste como amar a los demás.