Zoraya M. Rodríguez

**~Novela Corta - El Reflejo en Aquel Lago - Parte V~**

Cuando el alma más inocente, leal y pura, era la de Eryx, la que se la había llevado la bruja Mystery, pues, el lago la tenía. Cuando en el lago se dió lo que más quiso el destino y el frío camino. Cuando en el deseo, se dió, la fuerza de espíritu, en contra del débil corazón, el cual, yá tenía sus latidos tan débiles como la misma fortaleza se venían venir. Pues, el escaso deleite se identificó, más y más, con la débil fuerza que le llegó a Eryx, después, del instinto en que casi se dió el más aliento frío. Cuando en el hecho fue el de desaparecer a sus amigos, con la cueva mágica, la cual, llevó a muchos excursionistas a morir. Cuando en el ocaso frío, se dió lo que más, un desafío y una incógnita por saber y descifrar, lo que más aconteció cuando en el aire se dió lo que más quiso ser la fuerza y la debilidad. Cuando en el instante llegó al suburbio de quedar en el corazón como un sólo latido. Figurando lo que más se dió, cuando se dió lo que más se electrificó cuando en el cielo se dió a todo un sol y que brilla. Cuando en el cielo se petrificó una sola luz en que advirtió el deseo de ver el sol con la belleza del aquel lago llamado Mistury. Y Eryx y los excursionistas querían sólo excursionar en aquella cueva, para poder salvar la vida de Evea, Fedora, Aliona, y Garald, pero, su destino fue y será, lo que aconteció, cuando el alma de ellos, sólo les advirtió muerte entre el reflejo del aquel lago. Cuando en el lago, sólo en el lago, se olvidó de tener las puras más almas, en que sólo el destino fraguó lo que termina, en el cielo un sol, que brilló para siempre. Cuando en la mañana se dió la fuerza de querer tener entre sus propias manos la vida de sus cuatro amigos, Evea, Fedora, Aliona, y Garald. Cuando en el aire se dió lo que más, en el jardín de su alma, cuando en el lago se hallaba, la fuerza de ver y de sentir, en el reflejo de aquel lago, fue el destino nuevo. Cuando en la alborada, se dió lo que más y en el destino una fuerza en que sólo se dió una bondad en que en el cielo se aferró un sólo brillo. En que sólo se dió lo que más quiso volar en el cielo, un ave y lo vió Eryx, y más era la mascota de la bruja Mystery. Cuando en el desierto, sólo aquel lago, quería convertirse en un solo desierto. Cuando a la bruja se le iba el deseo de seguir siendo hermosa, solo cuando en el desierto aparecía entre aquellas aguas tranquilas y sosegadas del aquel lago llamado Mistury. Cuando en aquella alborada, se dió lo que más, un soberbio destino y un frío camino. Fingiendo la manera de creer, solo se lleno de un frío ocaso. Cuando entre el aire, y la vida, sólo se dió una manera de poder creer en el destino pernicioso. Cuando en el albergue de la manera de sentir, se debió de hacer una manera de creer que aún llevaban con vida sus cuatro amigos Evea, Fedora, Aliona, y Garald, en la cueva tan peligrosa. Cuando en el combate de ir y de venir, sólo se dió una forma de atraer la conmiseración, y fue una lágrima de impotencia, de insolvencia, y desasosiego desenlace de no hallar con vida a sus cuatro amigos en la cueva a Evea, Fedora, Aliona, y Garald. Cuando en el silencio, se dió como preámbulo de un mal hechizo, donde se dió la mala vida de haber excursionado y acampado en ese lago. Cuando vió por quinta vez el reflejo del rostro de sus amigos en aquel lago, fue cuando se dió de cuenta de que el lago era casi un desierto. Cuando en el alba vió con el brillo del sol, a aquella arena fría, donde halló un caracol, y un lago no tiene caracoles. Cuando en la mañana sólo se dió lo que más quiso ser el destino y el camino. Cuando en el destino se dió, lo que más se siente. Cuando en la confianza se dió cuando en la espera se dió con la forma de ver y de sentir, cuando en la mañana se ofreció una manera de atraer la manera de ver lo que el hechizo hizo. Cuando en la alborada se dió, lo que más, un destino casi infructuoso de hallar con vida a sus cuatro amigos. Cuando Evea, Fedora, Aliona, y Garald, sólo quisieron salir con vida de esa cueva, pero, no fue más que ser la vil muerte. Y su talismán brillaba más y más, cuando el sol resplandecía más, y más. Él, Eryx, tenía allí el desierto mágico, en ese cruel talismán, pero, bello, al fin y al cabo. Él, no lo sabía, pues, el talismán crecía su luz más y más, cuando en la alborada se crecía más y más, cuando en el pecho brillaba más y más, pero, él no sabía nada. Sólo que el talismán hechizó lo que tenía que hechizar como la pócima en aquel lago, cuando en la pócima se convirtió en leyenda real. 



Continuará………………………………………………………………………………………...