Un día de esos que parecen normales, pero que resultan ser un saco de sal...
se desplaza un sentimiento loco por sus adentros.
Rasca su cabeza como buscándole sentido a lo que maquina ahora su cerebro, moja sus labios resecos y tararea unas cuantas letras de una canción.
Se preguntaba si ella era real... solo podia mirar una silueta a lo lejos en esa ventana negra ya del polvo de la casa de la esquina, donde ni los perros se asomaban.
Ella lo miraba desde la ventana, se preguntaba quien era ese pestiseco de allá?
Ese dia que parecía ser un saco de sal, no fue tan normal como ella creía; todo se redujo a nada cuando observaba al pestiseco tratar de subir al segundo piso donde ella estaba encerrada.
La idea no fue tan loca después de todo.