Cristian Felipe Leyva Meneses

Vendaval

Vendaval

Escalar la paciencia no siempre
es saberse mejor con el paso de los años…
la discusión estéril con la rutina,
a menudo no alcanza los altavoces.
Todavía dormimos, balanceados, sobre el arco de piedra.
Un sueño incoloro o la fragilidad de los sentidos,
como una lejana infancia cuyos recuerdos se nublan
por cuenta de la fragmentación y el conformismo.

Construirse la vida es más difícil que imaginarla.
Enhiesta la cordura, entre todos hemos acordado
rendir honores a banderas que se alejan…
un tacto de humos y sudor fresco,
cuando sorprende la conciencia
con sus paredes algo más ennegrecidas.

Escalarse implica caer
centenares de veces.