No concibo echarte a ser
en escasez de elementos,
esos que son fundamentos
del capullo al florecer.
Preferible contener
el arrebato cansino
natural del peregrino
con su intuición ingeniosa
y quimera glamurosa
en su argado repentino.
Sí que me habrá de doler
el mirarte desvalido
estando comprometido
en abonar un placer.
Peor será conocer
las lesiones provocadas
pudiendo ser evitadas
con instantes de cordura,
sometiendo la locura
en situación delicada.
Hasta parece una broma
de aquellas, las de mal gusto,
las del amargor robusto
que inesperada se asoma
inyectando su sarcoma
para aguarnos el convite,
sin dar derecho al desquite
que restablezca el denuedo
quitando el sabor acedo
que al respirar se repite.
Admirables los poetas
que determinan la ruta,
la forma no les inmuta
colocando cada letra
en pos de alcanzar su meta.
Y han de conquistar la cima
con disonancia o con rima,
acoplan al mar la espuma
manipulando su pluma
como florete de esgrima.
@MucioNacud ©