Cuando la noche
llora distante,
y de rocíos azules...
la noche se engalana,
rosas tempranas
proclaman su pureza...
allá donde su roja boca
la tarde avisa,
Diosa de un clavel
adusto y claro...
reclamo envanecido
de mis días sin gloria,
homérica batalla,
desliz fraguado...
en el ardoroso labio,
que su fuego invoca.