LO NUNCA MUERTO.
He resucitado lo nunca muerto,
porque siempre en mí coexistió
y entre tiempo certero o incierto,
mi alma sin claudicar te amó.
Mas he matado lo no vivido,
instantes todos sin ti y sin mí,
mas no ha muerto el sentido,
pues todo momento de ti viví.
Y he vuelto a vivir sin morir,
existiendo sin haber existido,
y en tiempos pasados o por venir,
he sido y seré en ti sin haber sido.
Persistente hastío hecho muerte,
hoy resurrección de amor y placer,
gozo supremo por fe no por suerte,
de un corazón que no dejó de creer.
Resucitado es lo que nunca murió,
siendo su muerte de sumo ficticia
y cual hoja que el viento no se llevó,
en mi corazón siempre tuve tu caricia.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Julio 10 del 2020.