Siento como la oscuridad entra en la uñas con hongo de mis pies. Entra muy rápido. Demasiado rápida es la circulación de ese veneno, el cual me hará resurgir como el hombre más asqueroso del planeta. No me interesa que chupes cada uno de mis dedos, en especial el dedo gordo.
¡Que dicha las que une a los fetichistas! ¡Benditos sean! Esos que prueban mil y una formas de amarse. Creando y experimentando.
Porque no solo en la cama se renueva el arte de amarse. También lo es el coqueteo y en el famoso afloja y estira, del cual soy militante con orgullo y con hierbas de olor soberbianas.
Lamerle cada pezón erecto con la punta de mi lengua...
Y de vez en cuando sacar punta al lápiz para escribir sobre, para y por ti, amor...
Asqueroso y repugnante, te adoro.