Aunque pasarán los días,
y se alargarán las noches,
el recuerdo de tus soles
me llenará de alegría;
iluminaste mi vida
con tus ardientes amores,
clara corriente de brotes
de ternura hechas caricias;
yo te miro en mi vacío
entre los rayos de luna
como ese silente suspiro
que con pasión me adula:
eres en mí, fuego vivo
de un amor que sí perdura...