Envidia le tengo al viento
que sin reparo te abraza,
y entre ráfagas enlaza
tus suspiros a su aliento.
¿Quién pudiera ser la sangre
que pasea por tus venas,
disfrutar a manos llenas
de tu esencia y alma alegre?
Podría ser una lágrima,
caer suave por tu cara
de forma suave e íntima...
O gemido que flotara
tejiendo una hermosa rima
que tu boca musitara.
Anna Gutiérrez.