Me agrada la idea de no ocultarle al mundo las penas, porque... disfrazar la imperfección con un cuadro sinóptico de perfección me parece la burla de los que tienen los pies en la tierra. Porque reiría fuerte si pretendiera creer que tus ojos no ven mas allá, vaya que miran. Y no es que yo me rehúse a la felicidad, más bien me aferro a la realidad de las circunstancias. Siempre habrá un mejor y otro mejor que ese mejor y así sucesivamente. A veces lo que no se dice se siente y lo que se proclama no es más que una sobreactuación mediocre de lo que no nace en los corazones.