¿Qué fue primero?
¿Mi palabra o tu deseo?
Pretérito yo de mi lengua abstracta
como un renglón en blanco
quiero e indulgente.
Una lágrima prohibida,
cohibida e insolente
de un pecado inconfesable.
¿Quién fue primero?
¿Mi ser o tu deseo?
Quizás estuve siempre
resurgiendo cual Fénix de la muerte
solitaria y fría.
Tal vez tu pluma de Isis podría
desgranar la tinta de mi génesis,
mi vida en tus paréntesis.
¿Quién fue primero?
¿Quién creó este latido,
este humus arterial?
Estamos hechos del barro original,
de las costillas de los dos,
un rizoma de tu cuerpo...
El cielo con su añil
embebido en mí.