Tu pecho como furioso dragón nocturno
emana el fuego donde mi piel
se calcina en su devoradora llama
Enredada en tus brazos,
tentáculos candentes,
mi cuerpo se enciende
Palpitan domados los deseos
exigiendo redimirse en el fuego sagrado
que emana de tu voluptuosidad
Ave Fénix que renace de las cenizas
mi piel insistentemente clama desintegrarse
en la pira ritual de la lujuria
donde roza el cielo en el infierno voraz del goce
que provoca tu carne afiebrada de delirio
Arcángel del pecado, que me arrastras al paraíso
Ángela Grigera Moreno
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