Era ya de mañana y empezaban a salir los primeros rayos del sol, el joven de piel blanca, de estatura mediana, de ojos carmelitas, vestia con un jean azul y un pulover con cuello, se disponía a salir de la casa de estancia para ir a dar un recorrido por la ciudad , cual no fue su sorpresa que al montarse en el asiento del automóvil que lo llevaría hasta el centro de lugar, se encontró a su izquierda a una muchacha, rubia, como con rizos en sus cabellos, y de mirada simpatica , que lo saludo al montarse el a su lado. Ambos se conocían de unos meses antes , pero muy poco, cuando se veian a penas se saludaban con un Hola que tal, y seguían su camino, pero aquella mañana cuando se vieron a los ojos, mientras estaban sentados en el automóvil, como un rayo de esperanza paso por la mente de los dos, como si el futuro viaje les dejaría conocerse mejor, y asi poder entablar una relación mas fuerte, aunque no pensaron que pudieran enamorarse con solo mirarse a los ojos, aquella mañana de agosto.
El automóvil arranco y durante el viaje , el no se canso de acariciarla a veces con su mirada, a la cual ella no evadía, el se quedaban mirándola, como el viento despeinaba sus cabellos rubios, y le dejaba ver su cara bella y sus ojos azules, al rato después empezaban a conversar de lo que iban a hacer cuando llegaran a la ciudad, al final el no iba a ir a los mismos lugares que ella quería, pero decidió acompañarla en su recorrido que parecía bastante largo y no dejarla sola entre tanta muchedumbre que debería de haber en algunos lugares que iban a visitar, como un mercado de viandas y frutas.
Al cabo de la media hora llegaron a su destino, se bajaron y le pagaron al chofer por el viaje, luego trataron de ponerse de acuerdo a donde irían primero; en su corazón algo les decia que algo había cambiado, ya el no la veía como una desconocida, al contrario, un sentimiento de amistad nació en ese momento entre ellos dos. Por lo que el joven decidió ir con ella, a todos los lugares que ella tenia que ir esa mañana, el mercado de comida, una tienda de ropa, una dulcería , un almacén y después dijo que buscar un paquete al correo.
El viaje lo hicieron la mayor parte del tiempo caminando, y a la vez hablando, contándose sobre su vida, con cada palabra y con cada frase, se conocian mas, al cabo de los 15 minutos, el joven vio a la muchacha como una persona agradable, y que era una pena que no la hubiera conocido antes, aunque ella por sus gestos y palabras seguro también pensó lo mismo. Bueno ambos se dieron cuenta que se querian pero trataron de disimular, pero no saben si pudieron lograrlo, por que la gente a su alrededor al verlos juntos, se dio cuenta que algo sucedia entre esa pareja de jóvenes.
Como había dispuesto ella, esa mañana había que aprovechar el tiempo y salieron a los lugares donde dijeron, el mercado, la tienda, la dulcería, el almacén y el correo, no sabían si les alcanzaría toda la mañana para ir a todos eso lugares, pero si estaban seguro que ese dia seriá especial para la vida de ellos dos. La joven irlenis se sentía acompañada cuando estaba al lado del joven, solo tenia ojos para el, al igual le sucedia al muchacho. A los 5 minutos de estar caminando llegaron al mercado de frutas, en el cual vieron la mayoría de las mercancías que estaban vendiendo, ella estaba buscando unas naranjas para llevárselas para su casa, y mangos si habían, al final del mercado encontraron las naranjas, eran de un color amarillo radiante como sus cabellos, pensó el muchacho.
Luego se fueron para la tienda de ropa, allí se puso a buscar un vestido de color rojo, y empezó a mirar las diferentes tallas de ropa que habían, hasta que a los 10 minutos encontró el vestido que ella quería. El joven le dijo que color rojo le debía quedar bien , pero no tenia tiempo para probárselo, en el camino ella le hablaba de su vida anterior, como había llegado a la ciudad tiempo antes por una oferta de trabajo.
Después que salieron de la tienda de ropa, llegaron a la dulcería, y compraron unos dulces con merengue, para asi endulzarse más el alma, pues ambos sentían un sentimiento de amor en su corazón, que los haría dar una vuelta por toda la ciudad sin darse cuenta.
Estaban tratando de conocerse más, antes de que se terminara la mañana, pensaron ellos dos. Cuando miraron el reloj, eran ya las 10 y 30 de la mañana y tenia que ir al almacén, por lo que siguieron su camino, a veces mientras hablaban como si quieran discutir, pero no era asi, el joven Edward le quería indicar a ella por donde debía ir, pero al final se dio cuenta que irlenis sabia lo que estaba haciendo, después de todo estaban resolviendo asuntos de ella, los asuntos del joven se quedaron a un lado ese dia , para acompañarla a ella en su viaje, de lo cual Edward no se arrepintió ni por un segundo.
A las 10 y 45 am, ya estaban en el almacén aquí tocaron a la puerta, pero salió un trabajador con cara de emigrante y le dijo que el almacén estaba cerrado, que fueran a otro almacén donde estaba una pieza de baño que ella estaba buscan do, para su suerte quedaba al doblar de la cuadra, por lo que se apresuraron y llegaron en 3 minutos, compraron la pieza de baño, y ya les quedaba un solo lugar, que era el correo. Pero par ir al correo deberían agarrar un automóvil o un autobús, por lo que hablaron entre ellos y fueron hasta la oficina de correos, que quedaba al otro lado de la ciudad, a buscar su paquete.
La oficina de correos, estaba en los bajos de un edificio, al llegar pensaron que después de salir con su paquete iban a hablar mas sobre ellos dos, sobre los sentimientos que lo embargaban esa mañana, y que con el pasar del dia fue creciendo cada vez mas en sus corazones. Finalmente agarraron su paquete , una caja pequeña de cartón forrada y se fueron de regreso para la casa de estancia, ese dia antes de regresar, como que al terminar de hacer todas esas diligencias, sentían en su mente que querían quedarse a vivir en aquella ciudad, que de cierta forma los atrapo con sus bellos lugares y donde se enamoraron en una mañana, el pensó, que no es lo mismo caminar por una ciudad enamorado, que hacerlo no estando hechizado por la magia del amor. Luego se quedaron al costado de un árbol hablando de ellos dos, ya no tenían nada que disimular, entre los dos existía un sentimiento de amor, que ya no podían esconder, por lo que se quedaron al rato pensativos como fue, que en una mañana de sol se enamoraron uno del otro y mas tarde en la noche con un beso de amor, decidieron amarse en la oscuridad bajo la luz de luna.