En el ático del mañana, guarda
tu anhelo de árboles floridos,
tu delirio de pueblo sin frontera,
la esperanza de un mundo nuevo,
quizás era ilusión, archiva-lo,
camina solo por la planicie
de la mano de la cordura,
todos se han marchado
a perseguir luciérnagas,
parece que están ausente
las grandes utopías, solo
se siembran sueños de luces,
artificios luminosos que estallan
desatando ilusiones vasallas,
diminutos mundos de colores
donde nos olvidamos de los dolores.