Joel Torres

CASI INCIPIENTE

El triángulo

que camina en mi mente,

coqueteando

mis balsámicos

hombres lelos

y el circuito desplegado

en el álgido desierto,

que ha gozado el aguacero

de mis siervos pequeños,

por ver las curvas

rechinando sus adentros.

 

Si de pronto

las montañas tropiezan

y van de bruces al cielo,

alimenten sin cesar

mi verdoso pasto seco

y antes de cruzar,

encontrar en el papiro,

la pluma y el viento,

el veneno de su ego,

conquistar los girasoles

(sin haber llegado primero).

 

© El Yarawix