Tengo acelerado el corazón
Nunca me había sentido tan cerca de la muerte
Tan cerca que me toca las manos y helada me deja.
La sangre ya solo en la cara me queda
Porque la demás a mi pasión le hereda.
Ese miedo cada noche al irme a dormir
Sin saber si otro día podré vivir.
Es la energía que me levanta al amanecer
Con esa euforia, que, en el ocaso, vuelve y me aterra.
Es como si una nueva persona se vistió de mi piel
Y la maneja sin piedad
La lleva a sus límites y no sabe hasta dónde podrá más.
Mis lágrimas son de fuego y queman
Cuando caen por mi tez
Pero con la misma energía que una vez cayeron,
Regresan a su hogar para confortarme
De nuevo y empezar el día una vez más.
05/26/20