En la tormenta puedo encontrar Paz, pues El está conmigo. Puedo sentir su grandeza a través de la lluvia, que expone la magnificencia de su esencia.
Son los truenos su potente voz, hablando a mi vida, diciendo que la lluvia cae para regar mis días y a si traer su Paz y su alegría.
Es su potente voz quien hace temblar mi corazón; es rápida como un rayo, penetrante como espada de dos filos. A su vez su dulce voz es cuál la calma, que trae en la tormenta Paz para mi alma; enamorandome de El, mi Dios, quien más me ama y a quien mi alma exalta.