Vaivén de mi alocada anatomía
que sucumbe a la danza de tu cuerpo
Suspiros que contener nunca podría
al verte delirante en tu embeleso.
Se abren mis corolas a la orgía
de tu boca libando con exceso
Rendidos con toda idolatría
se duermen tus labios en mi pecho
Amarme como nadie, en la agonía
de quien ama sin medidas, como obseso.
Amarme como un loco ¿quién diría?
si no te vieran de mi amor estar ¡poseso!