Recuerdo ese despertar cada mañana
una monotonía algo placentera
que hoy en mi vida pasea
por la inconsciencia de mi mente dormida
Eran las 5:30 y aún no salía el sol,
sólo cuando el tiempo era mas largo
sus ojos iluminaban mi ventana, me observaban
sin embargo todo era calma, lento, sin desesperación
Con un nudo que aprisionaba mi cuerpo
se empezaban a mover mis músculos
sin ánimo, pero sin lentitud
en pocos minutos el agua, el desayuno, mi despertar
Me despedía de beso y bendición, aún lo hago,
y caminaba sin prisa hacia mis destino
nunca tarde, siempre ha tiempo
tan monótono todo, se dibujaba tan vacía mi vida
Cuando el tiempo eran momentos,
sólo instantes danzantes, ahora
solo puedo recordar, sin trascendencia
que todo en ese estado del ser, acaba, termina
Me sentaba y observaba
nunca con culpa, siempre humillada
a veces perdida y otras agobiada
pero siempre aturdida, desesperada
un tablero verde a lo lejos
me demarcaba
me limitaba
alejarme corriendo no era una salida
mas bien me confundía en el espacio y el tiempo
mas bien permanecía sentada y callada
Cosas cambiaron con los días,
nuevas caras, nuevas injurias
nuevos deleites, nuevas figuras
pero no se transformó lo mas importante
el tablero verde que observaba
Hoy recuerdo cuando ya no lo hacía
admito desespero, estar perdida
era obvio, cambios sobrevenían
no muy aceptados, siempre esperados
ya no sería la misma monotonía
Pero que va, todo en la vida es igual
no eran las 5:30 y caminar
eran las 7, las 8, las 9 y solo despertar
Cuando el tiempo ya no cambia
y solo se desdibuja en la inmensidad
ver cambiar el día, las nubes, la luna, las estrellas
se vuelve a veces tan banal
No era la monotonía mi agobio
eran los pocos cambios de la historia
eran los pocos cambio de ese caracol
porque la historia es un caracol que camina
donde nada es presente y todo se configura en un todo
sin pasado, sin futuro, solo el tiempo mismo
Hoy recuerdo como si fuese ayer,
despabilaba entre sueños poder despertar
y ahora camino entre sombras
porque ya no sueño, vivo una gran realidad
muchas veces alegre, otras menos triunfal
sosteniendo entre mis manos
el agua fría que corre del musgo de la inmensidad
ese gran árbol que cobija
no solo mis sentimientos, también mis pensamientos
todo por igual
Salía rápido de nuevo hacia mi casa
¿Por qué con prisa si no era necesario?
¿Por qué con tantas ansias de llegar?
si la monotonía por mas que la reconfigure
tendrá el mismo lenguaje, casi siempre todo igual
Hoy el recuerdo, el despertar,
el caminar, el tablero verde que observaba
y los demás a mi lado, desconocidos no eran
extraños sí sus actos
No era de este mundo, de este tiempo
y aún sigo fingiendo
pero en el momento solo recuerdo
y disfruto el poder recordar