Mi cuerpo flotaba. No estaba en tierra, veía risas pero no las escuchaba, tenía abrazos
pero no los sentía, escuchaba voces tiernas pero no las entendía. No sabía de lo que
era capaz. Dios mío, cada vez más hazme feliz, cada vez más lléname de besos y
abrazos y por una ultima vez más no te lleves a la persona que me hace feliz.