Y vendrán...
cien primaveras
tras un exilio sin ventura,
y huirá
el día primero...
deslizado mansamente,
en la cara oculta
de la luna.
De espuma helada,
señal silente,
perfil alado...
en las aguas
desasidas
quedamente,
por el dodecaedro...
inconexo
de la duda.