Danny McGee

UN CANTO DE SILENCIO.

UN CANTO DE SILENCIO.

Cuando la noche se encontraba con su espalda, hasta la misma luna se reflejaba en lo que era, en una poesía de tan sólo una palabra y en un canto de silencio pestañeado por estrellas.

Cuando la noche se encontraba con su fuego, las sombras todas me decían que era mía: eran mis manos las que andaban por su cuerpo y eran mis pies los que a su piel daban caricias.

Cuando la noche se encontraba con su espalda, los mismísimos grillos detenían sus violines, y en una poesía de tan sólo una palabra, se irían nuestros cuerpos completamente libres.