Soy feliz...
Por esos momentos maravillosos,
nuestros…
Mi eterna y dulce agonía,
me gusta beber de ti,
recordar…
Por ese solo instante
soy dueña de tu fuente…
Esta tenue noche nos cobija
y encanta nuestro mudo mundo…
Mundo lleno de ilusiones difusas,
existentes momentos que te evocan
con locura…
Te he esperado siempre entre
la soledad que cobija la
impotencia que te clama…
Y, ese eres tu,
mi vida oscura y desafiante…
Soy feliz,
desde el mismo concepto,
resumiendo mi antojo…
Saboreo aún tu piel,
dulce, salado,
néctar divino,
universal
y único...