Esteban Mario Couceyro

Soledad en el mar

Un atardecer naranja, en el mar

ademanes voluptuosos, de nubes

que abrazan el otro lado del horizonte

en despedida de un sol agónico.

 

El mar calmo

con vela negra de contraluz

pescadores que cantan el regreso

y una brisa que levanta desde tierra

los aromas de mujeres dispuestas.

 

Yo en mi barca

mar adentro buscando horizonte

la noche oscura

sin luna colmada de estrellas

temblorosas y lejanas

como una enorme mano

cubriendo el mar.

 

El mar calmo

mi barca y yo

sin escalas de tamaño

soy inmenso

en la magnitud del infinito

mientras las estrellas

las estrellas me tocan

y se apagan, una a una

en mi absoluta soledad.