Vuela en la brisa el aroma
de la flor de la canela
es la dulce mensajera
de lo que al alma se asoma.
Una sonrisa acompaña
la tristeza, la congoja
mientras la guitarra llora
donde la nostalgia espera.
La melancolía arroja
sombras sobre el corazón
escuchando una canción
a las puertas de la nada.
Lágrimas negras derrama
el alma en su desconsuelo
la tristeza es fino velo
que a la ilusión amortaja.
Sueño la ola encrespada
que se deshace en la orilla
mientras el pecho acribilla
emociones encontradas.
Puedo seguir mi camino
sin volver el rostro atrás
hacer camino al andar
mirar de frente al destino.
Hay dolores que se agrandan
en las noches sin estrellas
recuerdos que te atropellan
y al amanecer escapan.
Vivencias que ya no espantan
grabadas con sangre y fuego
donde se doblega el ego
vencido por la añoranza.
Nada espera, todo avanza
y más temprano que tarde
será un reflejo distante
el amor que te brindaba.