Cegado por la luz de tu reflejo
su brillo me deslumbra rutilante
haciendo que enmascare mi semblante
detrás de un antifaz y de un espejo.
En ellos resguardado te cortejo
buscando atrevimiento y ser galante
y mientras tú me observas expectante
consciente del pudor de mi entrecejo.
Contemplas una faz toda embozada
e inútil me disfrazo de un arrojo
que añora presumir de valentía.
Le temo a tu rechazo más que a nada
y envuelto en mis pavores me sonrojo
viviendo en esta duda de agonía.