Loas a los griegos clásicos,
Descendientes de dioses y titanes
Que enaltecieron la palabra
A través de sus pensamientos heroicos.
En el mítico arcano délfico.
Loas a Homero el Aeda,
Que entre las tiniebla sensibles,
Elevó los poemas épicos
Y supo cantar a su modo
Las glorias de personajes heroicos.
Loas a Empédocles el amoroso,
Quien alumbró la retórica
Con el fuego del Etna siciliano
Dándole a la voz la magia del encanto,
Y a la oratoria los términos heroicos .
Gloria a los griegos sempiternos
Que legaron el discurso persuasivo,
Que desentrañaron al kairós esquivo
Y que ofrecieron la luz del verbo
Entregándolo al esplendor del cielo.
Salve, ¡Oh! iniciados griegos,
Del tiempo estacionado,
Donde los rapsodas peregrinos
Entonan la retórica de las virtudes
En los nobles cantos heroicos.