Una princesa de cuento
en su calesa viajaba
buscando al príncipe azul
que en la fiesta la esperaba.
Iba vestida de Dior
con los zapatos de Prada
con joyas de Harry Winston
y un Cartier que alucinaba.
En ese salón de actos
donde la gente bailaba
se presentó la princesa
toda vestida de gala.
Ella irradiaba belleza
y la estancia iluminaba
solo el príncipe abstraido
hacia otro lado miraba.
No quería a esa princesa
él ya tenía a su amada
era una tal Cenicienta
sin Dior, Vuitton ni nada.
Classman