Dulces labios de fresa
se posan en mi boca con destreza,
la boca que me besa
con tanta sutileza
que esconde con los besos su vileza.
Ojos color turquesa
se clavan y me miran con fijeza,
la pupila traviesa,
colmada de pureza,
trasfondo de la pena y la tristeza.
El porte de princesa,
ante su trono postrado ¡Mi Alteza!
Tiran de la calesa
lacayos y nobleza
de tan alta que lleva la cabeza.
Mirarla me embelesa,
nada más bello en la naturaleza,
en su cuerpo se expresa
tanta delicadeza
cual fondo de corales y riqueza.
Y le hice una promesa,
la indiferencia en toda su crudeza.
¿Te coge por sorpresa?
Lo digo con firmeza,
¿qué tienes además de la belleza?