Hoy jubilado
pretendo tener el tiempo
que antes no tenía
para realizar mis sueños
Pero no faltan los dolores
que dejaron las heridas
del amor y de la vida
que paralizan mi andar
Mi cuerpo cansado
a veces no ayuda
a las ganas que tengo
de marchar,
hacia donde mi voluntad
me reclama
más, no es momento de parar.
me digo, tengo arremeter
para mi meta alcanzar,
e irme de este mundo
sin cuentas que saldar.
Mañana me espera la muerte,
dejaré de soñar,
la usaré de lecho para descansar