Mucho tiempo
fue ardiente verano,
mas la rutina,
se ha teñido de daño
y causa alejamiento.
Murmullos al oído
son suspiradas ráfagas,
que se elevan
avivando el pensamiento;
y nada.
El diluvio de unos ojos
c
a
e cual cascada;
y nada.
Con excitante deseo,
en la profundidad
de la corriente más vasta
se busca, y es en vano;
¡y nada!
Sólo existe,
petrificado sentimiento
de perpetua complacencia
que naufraga en postrera edad,
arrebujado entre las sábanas
que arrullan el sueño
del abrumador tedio.
¡Qué remedio tiene!,
cuando el tiempo
hace estragos en la materia.
Nada… Sólo,
inteligir por amor.
Magali Aguilar Solorza
Viernes/Junio 5/ 2020 9:40:14 pm
Autora mexicana
Publicado en Blogger y Romántica de la Poesía, poema No 19