Que no se diga
que no salí a recorrer los caminos
al sol de la mañana,
que no tragué su polvo
sentí el dolor intenso en la pisada
el sudor recorrer
la frente y el rostro.
Que no se diga
que no salí en busca de la libertad
que mis gritos despiadados
no ahogaron al viento,
mi impotencia quedó esparcida
por las cunetas.
Que no se diga
que no abracé el amor vivido
que no sequé las lágrimas
resbalándo por mi rostro
tantas veces restregadas a solas
sufriendo la agonía
de un adiós definitivo.
02-08-2020