SILENCIO
(Hay pocas cosas tan ensordecedoras
Como el silencio. M. Benedetti.)
Ante las tumbas y sus losas frías
Allá en el cementerio
Se oyen tronar en sepulcral silencio
Las voces de los muertos
Mostrándonos en qué paró la vida
Mortal de aquellos cuerpos
Unidos a sus almas en la tierra
Con espacio y con tiempo
Junto al fresco oleaje de la mar
Que choca con el cielo
Su inmensidad y sinigual encanto
Nos hablan de los sueños
De grandeza de amor de infinitud
Así seamos pequeños
Y sus voces resuenan clamorosas
En abismal silencio
Hablan de Dios y su presencia augusta
Los iconos de templos
Las luces las sombras el incienso
Nos colocan en medio
De un celestial ambiente que nos pide
En tonos no discretos
Que adoremos al Dios que se revela
El sólo verdadero
Al contemplar el infinito espacio
Se encuentran argumentos
En los astros sus leyes y sus roles
También en su silencio
Que nos hablan de la fuerza creadora
Que así los hizo a ellos
Tan grandes ordenados e infinitos
Misteriosos y bellos
Mas hay otro silencio que nos grita
Más fuerte y muy adentro
Del corazón del alma o de la esencia
Que exige sin remedio
Respuestas actitudes decisiones
Pues no hay término medio
Es la callada voz de la conciencia
Que mueve el pensamiento
Oh silencios de mares y de astros
Gritadnos en el tiempo
Oh silencios de cultos y conciencias
De vivos y de muertos
Callamos los poetas y vosotros
Cual sacro mandamiento
Seguid gritando sin cejar ni un día
¡Y habladnos de lo eterno!