Benjamín Carrión, gran señor de la nación pequeña.
Jorge Enrique Adoum
Benjamín por ser el último de tus hermanos
mas el primero en la cultura, padre nuestro.
San Benjamín, santo laico del espíritu
bendito seas por tu generosidad y humildad.
Nos trajiste la belleza y el pensamiento
para escribir sobre el cuaderno de la Patria
la que llevabas como una dulce herida
como el cuento que todos debemos imaginar
para elevarla a la grandeza necesaria
como un triunfo sobre la vergüenza.
Nos mostraste que la Patria también es mujer:
Paccha, la amante princesa heroica,
las guerreras Amazonas de la selva,
las Manuelas y entre ellas la \"amable loca\"
la Libertadora del Libertador,
la mística Mariana de Jesús Paredes y Flores;
las mujeres de la Patria,
las que fueron, las que son, las que vendrán.
Nos dejaste una casa para que moremos
para abrigarnos con el fuego de las letras
con los colores de nuestros pintores,
para gozar en la armonía de las formas.
Nos dejaste la inspiración de la patria pequeña
para engrandecerla con las artes
y nos devuelves la fe perdida
nos devuelves el asombro y la belleza
porque no solo de pan vivirá el hombre
como dijo aquel que no sabemos
por qué no vuelve.
En nuestra casa nacieron tus hijos
los pusiste sobre tus anchos hombros
y fueron palomas gigantes.
Padre, aún tu espíritu pervive en las artes.
Seguirás siendo nuestro héroe y santo
porque siempre nos devuelves el orgullo
a pesar de nuestras derrotas
tramadas por monstruos que destrozan los sueños.
Benjamín, no dejaremos que te vayas
necesitamos tu desprendido aliento de padre
la luz de tu frente en los tiempos oscuros,
tu abrazo en el abandono
tu alegría que nos sana y transforma.