De qué raro planeta, llegaste,
sorpresita,
iluminando un tiempo oscuro que viví.
En qué costado mío
brillo tu lucecita
que yo, tan distraído,
apenás si te vi.
La vida es una caja de dulces y de amargos
sabores de momentos que vamos a vivir.
A mi me toco amargo y a vos, dulce de leche,
los mil caramelitos guardados para ti.