No resulta nada fácil hablar acerca de lo que nos arrepentimos, un poco por orgullo, otro poco porque cuesta reconocer los propios errores, y además porque es mas difícil hacerlos públicos, pero creo que todos tenemos algún motivo para arrepentirnos, y el que no lo reconoce, creo que peca de soberbia y hasta puede ser una actitud psicopática- Y lo recalco, porque parece que está de moda decir que toda mi vida ha sido lo mejor y no tengo de qué arrepentirme, pero lamentablemente no estoy de acuerdo con esta postura-
A lo largo de mi vida, y ya no son pocos los años, he tenido varios motivos para arrepentirme, de algunos puedo hablar o escribir y de otros no, porque no hay por qué publicarlos- Uno de ellos, muy importante, ha sido haberme alejado, por cuestiones laborales, tantos años de mi lugar de origen, lo cual no me ha permitido estar cerca de mis afectos, y ahora, que por fin estoy cerca, me encuentro con esta maldita pandemia y la cuarentena me impide visitarme con mis propios hijos, o bien son muy esporádicos esos encuentros- De todos modos, no puedo perder las esperanzas que todo esto se supere lo antes posible y volver a hacer las reuniones familiares tan añoradas- Otra cosa que me arrepiento es de no haber sabido vivir con más satisfacción mis años juveniles e incluso los no tan juveniles, pero eso es algo que el tiempo te va enseñando y ya no es posible volver atrás-
Espero, a partir de ahora y luego de esta terrible pandemia que azota al mundo, saber disfrutar de esos momentos cotidianos, de esas pequeñas felicidades que la vida nos regala, y aprender que hay muchas cosas que no son necesarias, y que lo más importante son nuestros afectos, tanto los familiares como las amistades, y que somos seres sociales y necesitamos de los demás para sobrevivir, así que debemos respetarlos como personas-
Amigos del cuartel y del portal, les dejo mis cálidos saludos y mis deseos de que continuemos reuniéndonos en este sitio virtual tan apreciado, cariños a todos y todas-
Susy Espeche
(luciérnaga brillante)