Anaris

DOLOR CALLADO

 

El hueco de la soledad va cantando,
sujetando a solas los instantes.
Entre tímidas lágrimas suplicantes,
el dolor de su voz sigue gritando.

Como una hoja al viento, balanceando,
los sueños lejanos, los inestables
lunas y flores verdeantes,
el sol por su corazón va sangrando

Ronco está de cantar. Las quimeras
dejan caer su clamor en el camino.
Sus sueños, puro lamento del destino,

numeran otra nueva vendimia.
Al alba de cristal que ya se quiebra
en el grito amargo y peregrino.

 

Ana Barroso